“Hacía falta porque es mejor tener gente con experiencia”, dice el astro brasileño sobre la continuidad de Blatter al frente de la FIFA
PEDRO CIFUENTES Río de Janeiro 2 JUN 2015 - 13:16 CEST
Edson Arantes do Nascimento, Pelé, sigue sin compartir las peticiones de saneamiento que un sector creciente de la sociedad brasileña pide para su deporte más popular, el fútbol. Este lunes, en el marco de una breve conferencia de prensa celebrada en La Habana, el astro brasileño afirmó que le parece “perfecto” que Joseph Blatter renovase el pasado viernes su cargo al frente de la FIFA, en medio de los escándalos de corrupción que envuelven a la organización y tienen a Latinoamérica y Brasil como principales caldos de cultivo. “Yo estaba a favor. Hacía falta porque es mejor tener gente con experiencia”, explicó O Rei, según la agencia de noticias DPA.
Nadie ejemplifica como Pelé, la desconexión creciente entre la sociedad brasileña y el espectáculo del fútbol. En 2013 y 2014, con motivo de la Copa Confederaciones y el Mundial de Brasil, el tricampeón mudial fue protagonista involuntario de las manifestaciones callejeras que reclamaban menos estadios y más inversión en hospitales y escuelas. El exfutbolista y hoy senador Romario, azote de la clase dirigente y principal abanderado de la lucha contra la corrupción en la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), llegó a decir en más de una ocasión que “callado, Pelé es un poeta, pero cuando abre la boca sólo habla mierda”.
Romario lleva años denunciando el “robo” de la CBF y pidiendo la cárcel para sus principales dirigentes y para Blatter
Romario lleva años denunciando el “robo” de la CBF y pidiendo la cárcel para sus principales dirigentes y para Blatter. El divorcio entre ambos exjugadores resume la polarización de la sociedad en cuanto a la gestión del fútbol, que ha tenido un momento cumbre con el arresto internacional del vicepresidente de la federación, José Maria Marin, la confesión de culpa del empresario Jose Hawilla y la aprobación de una comisión parlamentaria de investigación que el propio Romario quiere coordinar personalmente.
Marin, de 83 años podría ser extraditado a Estados Unidos si la Justicia suiza aprueba la medida, lo que a fecha de hoy parece probable. La Comisión de Investigación parlamentaria tendrá 180 días para investigar posibles irregularidades en los contratos comerciales relacionados con partidos de la selección brasileña de fútbol, con torneos promovidos por CBF, con la Copa Confederaciones de 2013 y con el Mundial de 2014. Se investigará a Marin, además, por su participación en la negociación de sobornos por valor de 100 millones de dólares para la venta de los derechos de difusión de la Copa América hasta el año 2023.
Fuente: El País
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