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- 30/05/16
El libro de Maradona que cuenta las intimidades de México '86
Fútbol internacional
"Mi Mundial. Mi verdad. Así ganamos la Copa", se llamará el libro que publicará el Diez, a 30 años de la conquista de la Copa del Mundo.
Faltan apenas días para que se cumplan 30 años del campeonato que Argentina ganó en el Mundial de México 1986. Aquel equipo dirigido por Carlos Bilardo tuvo al mejor Diego Maradona, consagrado como el mejor del mundo y autor del mejor gol de la historia de los Mundiales. Y para estar a tono con el aniversario, saldrá a la venta el libro "Mi Mundial. Mi verdad. Así ganamos la Copa", de Diego Maradona, realizado en colaboración con Daniel Arcucci y editado por Sudamericana.
A continuación, algunos extractos del libro con la opinión de Maradona sobre tres diferentes protagonistas: Julio Grondona, Carlos Bilardo y Daniel Passarrella.
En uno de los capítulos del libro, Maradona relata lo que conversó conGrondona en la previa de la final del Mundial de Italia 1990. "Pero así como al Mundial 1986 había llegado bárbaro, a la final del ’90 llegamos muertos. Yo, desgarrado. Sí, jugué la final desgarrado. Esto no lo había contado nunca. Además de la maldita uña del dedo gordo y del tobillo como una pelota, además de eso. Y de la carga extra de haber dejado afuera a los tanos, claro. Trigoria había dejado de ser el paraíso y se había convertido en el infierno mismo. Más de medio plantel estaba hecho pelota, sin Caniggia, amonestado en la semifinal contra Italia por una boludez. Y encima, Grondona regaló esa Copa. La regaló. Me lo dijo a mí, en la ducha, viejo, y lo voy a seguir diciendo. No me lo contó nadie. Fue el día previo, cuando fuimos a hacer el reconocimiento al estadio Olímpico", confesó el exfutbolista.
Maradona contó que Grondona le dijo: "Ya estamos hechos, Diego. Llegamos a la final… Hicimos todo lo posible. Mirá dónde llegamos. Y vos estás desgarrado, encima… Estamos hechos". Cuando Diego le preguntó si la quería ganar, el entonces presidente de la AFA, respondió: "Lógico que la quiero ganar, pero haber llegado hasta acá ya es un mérito, ¿no? Estamos hechos, Diego".
Además, reveló que Bilardo insinuó ponerlo en el segundo tiempo, a lo que Diego le aclaró que "me pone en el segundo tiempo y antes lo cago a trompadas". "Creo que les arruinamos un negocio, ¡un negocio grande! Ya estaban hechas hasta las banderitas, mitad italianas y mitad alemanas, para la final que todos querían".
Maradona aclaró su situación con Bilardo, el DT del equipo que dio la vuelta olímpica en México. "Quiero contar esto ahora para que quede bien claro: yo no lo traicioné a Bilardo cuando me llamaron del Gobierno para voltearlo, y en cambio él me traicionó a mí muchos años después. Casi treinta años después. En aquellos tiempos yo era de los menottistas, pero levanté la bandera de la causa por el grupo, porque estaba convencido de que este grupo iba a ganar algo. La causa venía maltrecha, venía trastabillando. Yo quería parar la movida en contra y la paré: me había propuesto que a ese equipo lo sacaba adelante. Y lo saqué. ¿Alfonsín? ¿¡Alfonsín iba a estar preocupado por Bilardo con los quilombos que tenía!? Por favor. Yo me jugaba por la causa, por los muchachos, y por Bilardo también. No era mal tipo. No es que lo estoy diciendo ahora de mala leche, pero para mí, murió cuando se quedó en la AFA, después del Mundial de Sudáfrica, en 2010. Y no me lo va a resucitar nadie. Me dijeron que quiere hablar conmigo, pero no le voy a dar ninguna oportunidad. Ninguna, eh".
Y reveló que "un día antes de debutar contra Corea no sabíamos cómo íbamos a jugar; no sabíamos si Burruchaga iba a jugar por la izquierda o por la derecha, si Batista iba a cubrir por el medio o por el costado… Pero también es muy cierto, sí, que Bilardo me fue a buscar cuando nadie pensaba en mí. Nadie".
Maradona también tuvo espacio para referirse a Passarella, de quien heredó la cinta de capitán y que no pudo jugar ni un minuto en la Copa del Mundo. "Lo queríamos ir a buscar al vestuario, lo queríamos matar a trompadas. Como que era un traidor: aparte de querer hacerles pagar el teléfono a los muchachos, no quería jugar con sus compañeros —que encima lo fueron a ver a la clínica— y ahora resultaba que en un calentamiento al ritmo de Benjamín… ¿le tiraba el gemelo? ¡Mentiraaaa! Después, hasta se fue a tomar sol a Acapulco".
Fuente: El Clarín
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